Relato corto

El sueño olvidado

Como hacer realidad un sueño

Un sueño hecho realidad

sueño Esa mañana de noviembre, cuando aún no se aprecian las primeras luces del día, me despierto con un pensamiento extraño, como de estar viviendo una situación que no termino de comprender, pero me resulta cercana. Pasan unos segundos y todas esas escenas en cierto modo inquietantes, se empiezan a volver grises por mucho esfuerzo que hago en mantenerlas en la mente. Quedan unos pequeños flashes que intento inmortalizar, pero imposible, pasados unos segundos todo queda en vacío.

No es la primera vez que me ocurre esto mismo y como siempre esos recuerdos quedan en nada, pero lo que si es común es esa intención de que la próxima vez, antes de que el vacío lo llene todo escribiré todo lo que recuerde. Y para qué, quizá sea mejor olvidar, porque si recordamos algo bueno, vamos a intentar que ocurra en la vida real y es justamente lo que hará que nunca pase. Pero si el recuerdo es malo, evitando que pueda ocurrir quizá si pase. Entonces, mejor olvidar. La mente lo sabe y por eso olvida. Siempre buscamos retener en la memoria, recordar, pero realmente lo que queremos es olvidar. Ese olvido que todo lo cura, bueno eso dicen.

Y llega ese día frio de invierno, una noche cerrada y silenciosa, que parecía insignificante y de golpe abres lo ojos y el sueño está ahí, fijo y esta vez sí, ese recuerdo se va a mantener porque por mucho que me cueste hay que escribirlo. Porque quieres mantenerlo, quieres que ocurra, es lo que siempre habías soñado despierto, pero esta vez estaba dormido, y si el ciclo se cierra el sueño se volverá realidad.

Pero ¿qué es tan importante y que tanto interés despierta?, eso mismo sí, el amor desconocido. Lo que siempre he sabido imposible y ahora lo he vivido, por eso hay que mantenerlo. Pero no esos segundos de siempre, esta vez es la definitiva. Lo conocemos y lo vamos a buscar.

Entonces tenemos claro que el sueño no olvidado va a repetirse y esta vez de verdad. Y además conocemos el método: la confianza. Teniendo la certeza de que algo pasará y con la confianza suficiente todo es posible, incluso lo que parece imposible. Y es que en la vida no hay nada que un sueño no pueda alcanzar. Lo imposible se hace posible en nuestros sueños y cuando menos lo pensamos sale del sueño para convertirse en realidad.

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